Somos nosotros los que escondemos vuestras llaves o monederos y desemparejamos vuestros calcetines. Somos el monstruo que hay en vuestros armarios y bajo vuestras camas. Somos el resentimiento, la rabia, el rencor, y en algunos casos, el odio, que los demás pueden sentir hacia cada uno de vosotros.
Somos esa presencia que percibís cuando tenéis miedo, pero que solo vuestros gatos pueden ver. Los ruidos extraños en mitad del silencio de la noche, las sombras y los reflejos que vagan por la habitación, o que simplemente, atraviesan en una fracción de segundo vuestras ventanas.
Somos los que, mientras dormís, emergemos de las sombras para susurraros al oído las mayores aberraciones, y así, induciros las peores pesadillas que se puedan imaginar.
¿Piojos?, ¿gripe?, ¿tendinitis? Somos nosotros.
Nos gusta acuclillarnos en los pies de vuestras camas y pasarnos la noche observándoos, mientras os deseamos desde lo más profundo de nuestro corazón, las más lenta y dolorosa de las agonías.
¿Gonorrea?, ¿diabetes? También somos nosotros.
Podemos ir más lejos, podemos hacer que se desvanezca vuestra cordura con solo desearlo. Abducciones, apariciones divinas, posesiones demoniacas, paranoia, fobia social, incluso podemos hacer que disfrutéis leyendo a Palahniuk.
¿Vaginitis?
A veces pienso, que lo mejor sería abrir del todo la pequeña trampilla que separa nuestros mundos, para que os deis cuenta de cómo sois desde fuera. Esto desencadenaría una marea imparable de suicidios colectivos, hasta llegar a la autoextición total y absoluta del sádico y malvado ser humano.
¿Colon irritable?, ¿cáncer de piel?, ¿síndrome urémico hemolítico? Nosotros.
Pero la extinción no vale, somos vuestro reflejo y por supuesto también somos parte de vosotros.
¿George Bush padre e hijo? Evidente, os lo merecíais.
Vuestros miedos, vuestro odio, vuestra crueldad y vuestro desprecio. Somos todos vuestros errores, eso somos.
Mal karma amigos míos.